Nadie la va a tocar, nadie jamás le hará daño. Él la mantiene en sus brazos protegiéndola como si de porcelana se tratase. La amaba como a nadie y no iba a permitir que se la arrebataran por mucho que tuviese que luchar. Le daba igual. Ella le pertenece, ella es suya y de nadie mas. Suya. Su siempre y para siempre.
~De K para J.
~De K para J.